La iniciativa del Día Mundial de los Océanos surgió en la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en Johannesburgo, Sudáfrica, en 2002.
Durante esta conferencia, se reconoció la necesidad de centrar la atención en los océanos y sus problemas, como la sobreexplotación pesquera, la contaminación y el cambio climático.
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución en diciembre de 2008 para designar el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos.
Desde entonces, esta fecha se ha convertido en una oportunidad para promover la conciencia global sobre la importancia de los océanos y generar acciones a nivel local, nacional e internacional para proteger y preservar estos ecosistemas vitales.
Su celebración es posible y se repite todos los años gracias a la organización y patrocinio por parte de la División de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar de las Naciones Unidas, Oficina de Asuntos Jurídicos (DOALOS), y la generosa contribución de Oceanic Global, hecha posible por La Mer.
El Día Mundial de los Océanos 2025
El día 8 de junio bajo el lema “Maravillas oceánicas: conservar lo que nos sostiene” celebraremos un año más este día, que a su vez está enmarcado en el Decenio de ciencias oceánicas de la ONU.
Este año se celebra en la ciudad de Niza, Francia, donde también tendrá lugar la Conferencia de los Océanos del (9-13 de junio de 2025). En ella se reunirán gobiernos, organizaciones, instituciones financieras, academia, el sector privado y la sociedad civil para encontrar soluciones para la conservación y la utilización correcta y sostenible de los océanos.
La celebración este año del Día Mundial de los Océanos nos insta a reconectar con la esencia de nuestro planeta: los océanos, esa inmensidad azul que cubre más del 70% de la Tierra y que es, sin duda, el sustento y fuente de vida de todos los seres vivos y demás organismos de la tierra, que debemos proteger.
Aunque parezca increíble solemos subestimar la magnitud del papel del océano en nuestra existencia. De él depende la producción de al menos la mitad del oxígeno que respiramos, alberga la mayor parte de la biodiversidad de nuestro planeta y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas.
Su importancia se extiende incluso a la economía global, con proyecciones que estiman unos 40 millones de empleos vinculados al sector oceánico para 2030. Desde la regulación climática hasta la provisión de alimentos y sustento, los océanos son los verdaderos pilares que sostienen la humanidad y la vida en la Tierra.
Los océanos un ecosistema en peligro.
Sin embargo, a pesar de sus inmensos beneficios, nuestros océanos se enfrentan a una presión sin precedentes. Los datos son alarmantes, el 90% de las grandes especies marítimas de peces han disminuido drásticamente, y la mitad de los arrecifes de coral, vibrantes epicentros de biodiversidad, ya han sido destruidos.
Estamos extrayendo recursos del océano a un ritmo que supera con creces su capacidad de recuperación. Esta dinámica insostenible nos ha llevado a un punto crítico donde la explotación amenaza con agotar aquello que nos sustenta.
La necesidad de un cambio es imperativa. Debemos forjar un nuevo equilibrio, uno en el que dejemos de ver el océano como una fuente inagotable de recursos y comencemos a reconocerlo como un ecosistema vital que requiere nuestra protección y restauración. La meta es clara, devolverle su vitalidad, su capacidad de regeneración y su majestuosidad.
El Asombro como motor de cambio.
La propuesta para este Día Mundial de los Océanos 2025 es profunda y evocadora: celebrar el asombro que nos inspira el océano. Desde sus profundidades misteriosas hasta la deslumbrante belleza de sus ecosistemas, el mar enciende nuestra curiosidad y nos recuerda la profunda conexión que compartimos con él. Este asombro no es solo una emoción, es la chispa del conocimiento científico, el motor de la exploración, la semilla de la sabiduría ancestral y la base para la innovación.
Frente a desafíos ambientales cada vez más complejos y abrumadores, el acto de asombrarse nos ancla a la realidad de que somos parte de algo mucho más grande que nosotros mismos. Nos despierta a nuestra inherente interconexión con la Tierra y con los demás, amplía nuestra percepción de lo posible y nos impulsa a tomar decisiones que prioricen el bienestar colectivo sobre el beneficio inmediato.
En este Día Mundial de los Océanos, la invitación es clara para todas las personas, y especialmente para aquellas que tienen el poder de la toma de decisiones, no perdamos de vista la maravilla del océano al trazar su futuro.
Que el asombro nos guíe hacia acciones audaces y comprometidas para proteger este tesoro azul, el corazón latente de nuestro planeta. Solo así podremos asegurar que las maravillas oceánicas continúen sosteniéndonos por generaciones venideras.
Sin los océanos no es posible la vida en la Tierra, cuidarlos y protegerlos es una tarea fundamental que todas las personas debemos ejercer. Desde AEVAE, con nuestro trabajo de recogida de envases agropecuarios y su correcta gestión medioambiental, sin duda contribuimos de una manera activa a la reducción del plástico en nuestros mares y océanos.
Lemas anteriores del Día Mundial de los Océanos
Los lemas del Día Mundial de los Océanos nos ayudan a tener una visión de las necesidades que cada año tienen los océanos y sirve también como hoja de ruta para tomar decisiones y encontrar maneras de actuar más eficaces para frenar su deterioro.
2024: Despertar nuevas profundidades.
Lejos de ser solo un recordatorio anual, esta jornada se consolidó como un llamado urgente a la acción, poniendo el foco en la necesidad de una comprensión más profunda de nuestros ecosistemas marinos y, crucialmente, en el rol ineludible de las nuevas generaciones. Despertar nuevas profundidades no es solo una invitación a la investigación, es también un reto para reimaginar nuestra relación con el océano. Es empoderar a la próxima generación para que sean los guardianes de este recurso invaluable, dotándolos de las herramientas y el conocimiento para navegar hacia un futuro donde la salud de nuestros océanos sea una prioridad global
2023: Planeta Oceánico: las corrientes están cambiando.
Bajo el lema “Planeta Oceánico: las corrientes están cambiando”, una poderosa metáfora que alerta sobre las transformaciones profundas que experimentan nuestros mares debido al cambio climático, la contaminación y la sobreexplotación se celebró este día. Esta edición marca un llamado urgente a repensar nuestra relación con los océanos, reconociéndolos no solo como reguladores del clima y fuente de vida, sino también como un sistema en crisis que requiere acción inmediata. Desde la ciencia hasta las comunidades costeras, las voces convergen: es momento de cambiar el rumbo antes de que sea el océano quien lo haga por nosotros.
2022: Revitalización: Acción colectiva por el Océano.
Este año se centró en la revitalización como símbolo de esperanza y acción. Bajo el lema “Acción colectiva por el Océano”, se subrayó la necesidad de unir esfuerzos, gobiernos, comunidades, científicos y ciudadanía, para revertir el deterioro de los ecosistemas marinos.
La jornada no solo destacó los impactos humanos sobre el océano, sino que puso en valor iniciativas colaborativas que ya están regenerando hábitats, promoviendo una economía azul sostenible y empoderando a quienes viven del mar. Revitalizar, en este contexto, significa devolverle vida al océano…y, con ello, al planeta entero.
2021: El océano: vida y medio de subsistencia.
El Día Mundial de los Océanos 2021 puso en el centro del debate la estrecha relación entre los océanos y la supervivencia humana. Bajo el lema “El océano: vida y medio de subsistencia”, la conmemoración destacó como millones de personas dependen directamente del mar para alimentarse, trabajar y sostener sus comunidades. A través de esta campaña, se hizo un llamado a proteger los ecosistemas marinos como garantía de justicia social, seguridad alimentaria y equilibrio ecológico. Cuidar el océano no es solo una cuestión ambiental, sino un imperativo para sostener la vida en todas sus formas.
2020: Innovación para un océano sostenible.
Este año se apostó por una visión de futuro centrada en la innovación como herramienta clave para frenar el deterioro marino. Bajo el lema “Innovación para un océano sostenible”, se resaltó el papel de la ciencia, la tecnología y el conocimiento tradicional en la búsqueda de soluciones que permitan preservar la salud oceánica.
Desde sistemas de monitoreo inteligente hasta alternativas sostenibles para la pesca y el transporte marítimo, el mensaje fue claro: solo con ideas audaces y cooperación global podremos garantizar que el océano siga siendo fuente de vida y equilibrio para las generaciones futuras.
Fuentes e imágenes: www.un.org/unworldoceansday.org