Declarado oficialmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1994 (A/RES/49/115) el día 17 de junio, todos los años se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

Las causas y efectos de la desertificación y la sequía son muchas y variadas, agravadas además por el cambio climático responsable en parte de esta situación en la actualidad.

España contiene amplias zonas de su geografía que se encuentran potencialmente afectadas por el proceso de desertificación, en las que más de dos terceras partes de su territorio pertenecen a las categorías de áreas áridas, semiáridas y subhúmedas secas.

Esta desertificación vive un proceso complejo, en las que entran aspectos como su clima semiárido en grandes zonas, sequías estacionales, extrema variabilidad de las lluvias y lluvias súbitas de gran intensidad; suelos pobres con marcada tendencia a la erosión; pérdidas de la cubierta forestal a causa de repetidos incendios de bosques; la concentración de la actividad económica en las zonas costeras como resultado del crecimiento urbano, actividades industriales, el turismo y la agricultura de regadío, etc.

Uno de los puntos donde también se le pone el foco como implicado en los procesos de desertificación es la agricultura. En este sentido se hace alusión a la crisis en la agricultura tradicional, con el consiguiente abandono de tierras y deterioro del suelo, así como de forma ocasional la explotación insostenible de los recursos hídricos subterráneos, contaminación química y salinización de acuíferos.

AEVAE matiza que la agricultura actual muestra en su conjunto una actitud comprometida para que esto no sea así y muestra de ello son, por ejemplo, las llevadas a cabo por nuestros asociados mediante formulaciones de agronutrientes y bioestimulantes más eficaces, y por parte del agricultor las instalaciones de equipos y sistemas de riego que permitan optimizar los recursos hídricos.

La calidad del suelo y disponibilidad de agua son factores vitales tanto para la agricultura como para la ganadería y todos sus agentes implicados los saben.

Sequia

Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2025

Este próximo 17 de junio se celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía bajo el lema “Restaurar la tierra. Generar oportunidades”. En él se destaca cómo la recuperación de los suelos, como elemento esencial de la naturaleza, puede generar empleo, fortalecer la seguridad alimentaria e hídrica, fomentar acciones frente al cambio climático y promover una economía más resiliente.

Partiendo de que el 40% de la superficie terrestre según la ONU ya está degradada, su restauración junto a una gestión sostenible de las tierras es uno de los principales objetivos en los que debemos trabajar unidos todos los países, ya que más del 50% del PIB mundial depende de la Naturaleza.

Beneficios de restaurar la tierra.

Si queremos alcanzar un nivel de protección y reactivación de los ecosistemas antes de que termine el Decenio de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas 2021-2030 que es para lo que se creó, no podemos perder el tiempo. Recuperar la tierra es una inversión inteligente y urgente.

Son muchos los beneficios que podemos alcanzar si brindamos la atención necesaria a nuestros suelos. La recuperación de los suelos degradados no solo representa una solución ambiental, sino también una oportunidad con importantes beneficios sociales y económicos.

Por cada dólar que se destina a restaurar ecosistemas deteriorados, se puede generar un retorno económico que va desde siete hasta treinta dólares. Sin embargo, a pesar de este potencial tan prometedor, las acciones en marcha no están ni de cerca de alcanzar la magnitud y la velocidad que el planeta necesita.

De acuerdo con el informe más reciente del Mecanismo Mundial de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), entre los años 2025 y 2030 se requerirá una inversión global de mil millones de dólares diarios para hacer frente a los desafíos que plantean la desertificación, la degradación de tierras y la escasez de agua.

Hoy en día, el financiamiento destinado a estos fines apenas alcanza los 66 mil millones de dólares al año, y de ese total, el sector privado solo contribuye con un 6 %. Sin duda este gasto debe aumentar y para ello es preciso desbloquear y explorar diferentes fuentes de financiación.

Paisaje agrario

Las claves nos las da el secretario ejecutivo de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Ibrahim Thiaw:

La degradación de tierras y la sequía afectan gravemente nuestra economía, estabilidad, producción de alimentos, acceso al agua y calidad de vida. Además, intensifican el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la pobreza, las migraciones forzadas y los conflictos por el acceso a la tierra fértil y al agua. La restauración de tierras es una oportunidad para revertir estas alarmantes tendencias. Una tierra restaurada es una fuente de infinitas oportunidades. Es hora de aprovecharlas.”

Frente a este panorama, es urgente que tanto los gobiernos como las empresas eleven su nivel de compromiso. Aunque el costo inicial de restaurar ecosistemas puede ser elevado, los beneficios a largo plazo superan ampliamente la inversión.

Para lograrlo, además de la financiación también hay que impulsar el empleo digno en actividades ligadas al manejo sostenible de la tierra, fomentar la innovación y valorar el conocimiento ancestral que ya existe en muchas comunidades. Como señaló el Secretario Ejecutivo de la CNULD, estos pasos son esenciales si queremos revertir el deterioro ambiental y construir un futuro más resiliente para todos.

Restaurar la tierra no es solo una acción ecológica, sino también una oportunidad para crear empleo, garantizar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo sostenible. En definitiva, el futuro está en nuestras manos, cuidar la tierra hoy es la clave para un mañana más justo y saludable para todos.

Desde AEVAE como SCRAP (Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada) del sector agropecuario nos sumamos a la celebración de este día para promover y difundir la importancia de luchar contra la desertificación y la sequía con medidas que fomenten y faciliten a las personas jóvenes y sobre todo a los países pobres el acceso a los recursos, así como a la información y las tecnologías para hacerlo posible.

Países pobres con sequia

Lemas anteriores del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

La celebración de este día junto a los lemas nos ayudan a entender que los recursos del planeta no son ilimitados y debemos de contribuir a mantenerlos y protegerlos. Cuidar de nuestras tierras es garantizar nuestra alimentación, hacer frente a la crisis climática y no seguir perdiendo la biodiversidad que nos ofrece nuestro maravilloso planeta.

2024: Unidos por la tierra: Nuestro legado. Nuestro futuro.

Ese año la celebración coincidió con el 30 aniversario de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Este Tratado Internacional es el único jurídicamente vinculante sobre la gestión de la tierra y la sequía. Su celebración tuvo lugar en la ciudad de Bonn, Alemania con líderes y jóvenes emprendedores de todo el mundo para darles voz y poner en valor los trabajos que están desarrollando para dar respuesta a los desafíos medioambientales a los que nos enfrentamos.

2023: Mujer sus tierras. Sus derechos.

Con este lema la celebración de este día quiso poner el foco en los derechos de las mujeres y niñas a la tierra en todo el mundo. Ya que son las mujeres y niñas las que más sufren de manera acuciante las consecuencias de la desertificación, la degradación de la tierra y la sequía, es por ello que su papel en la toma de decisiones es fundamental. Las mujeres deben de estar en primera línea para poder contribuir en el restablecimiento de las tierras degradadas y la gestión sostenible de las mismas.

2022: Superando juntos las sequías.

El año 2022, España fue la anfitriona del Día de la Desertificación y la Sequía. La celebración mundial tuvo lugar en la ciudad de Madrid. Este día tan importante sirvió para que nuestro país mostrase los avances y soluciones que se desarrollaron en este campo, y cuáles son las mejores prácticas que se pueden llevar a cabo para frenar este problema. Y se destaco la importancia de llevar a cabo acciones tempranas para adelantarnos a las consecuencias nefastas que la escasez de agua provocará en todo el mundo, si no conseguimos ponerle freno.

2021: Restaurar la tierra. Recuperar la vida.

La conmemoración del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía en 2021 destacó la importancia de devolverle la salud a los suelos para asegurar el bienestar de las personas y el equilibrio del planeta. En esta ocasión, se puso especial énfasis en la necesidad de restaurar los ecosistemas degradados como vía para mejorar la seguridad alimentaria, impulsar el desarrollo sostenible y hacer frente a los efectos del cambio climático.

2020: Alimentar a las ciudades con alimentos sanos. ¡Mejor suelo, Mejor vida, Mejor futuro!.

Este año se hizo un llamado urgente a repensar la forma en que producimos y consumimos alimentos. El objetivo fue destacar la relación directa entre la salud del suelo, la calidad de los alimentos y el bienestar de las personas, especialmente en un mundo cada vez más urbanizado. Este día sirvió para poner sobre la mesa la necesidad de adoptar prácticas agrícolas sostenibles que conserven la fertilidad del suelo y garanticen el acceso a alimentos nutritivos, tanto en el campo como en las ciudades. Se subrayó que el crecimiento urbano debe ir acompañado de sistemas alimentarios responsables que respeten los recursos naturales y promuevan un uso eficiente de la tierra.

2019: Démosle forma al futuro. Gestión sostenible de la tierra.

Este año se puso en el centro del debate la necesidad urgente de cambiar la forma en que utilizamos y gestionamos la tierra. Este mensaje buscó generar conciencia sobre cómo nuestras decisiones actuales en torno al uso del suelo tienen un impacto directo en el futuro del planeta y de las generaciones venideras. El evento hizo un llamado a gobiernos, comunidades y ciudadanos a comprometerse con una gestión sostenible de los recursos terrestres. Se remarcó que prácticas responsables pueden revertir la degradación de tierras, mejorar la productividad agrícola y reforzar la resiliencia frente al cambio climático.

Fuentes e imagen de cabecera: UNESCO

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