A la pregunta de si ¿todos los polímeros son plásticos?, la respuesta es no. Dependiendo de su elasticidad, los polímeros se pueden clasificar en elastómeros, plásticos y fibras.
La palabra polímero en sí, proviene de la unión de las palabras griegas polys que significa “muchos” y meros que significa “parte”, por lo tanto, podemos decir que, cuando hablamos de polímeros, hacemos referencia a una sustancia que está compuesta por muchas partes.
¿Qué son los polímeros?
Los polímeros son macromoléculas que están formadas por la unión de moléculas más pequeñas llamadas monómeros. Estas moléculas pueden tener diferentes formas y tamaños, y sus propiedades físicas y químicas dependen de la estructura molecular y del tipo de monómeros que las componen, pudiendo alcanzar un peso molecular (longitud de cadena) de hasta 10³ g/mol o incluso mayor.
En cuanto a la polimerización, es el resultado del proceso químico en que los monómeros se agrupan químicamente entre sí por adición o condensación para formar el polímero, una cadena lineal o una macromolécula tridimensional.
Los polímeros pueden ser naturales, como es el caso de la celulosa, lana, algodón o el caucho natural; semisintéticos, que son el resultado de la trasformación de los polímeros naturales; y los sintéticos, que se obtienen en laboratorios o mediante procesos industriales utilizando catalizadores y monómeros.
Polímeros usados en los envases plásticos.
Los polímeros plásticos se utilizan ampliamente en una variedad de aplicaciones, desde envases plásticos hasta materiales de construcción y dispositivos electrónicos.
Entre las principales características de los polímeros se encuentran su alta resistencia, durabilidad, flexibilidad y facilidad de procesamiento. Además, los polímeros pueden ser diseñados para tener propiedades específicas, como la resistencia a la temperatura, la resistencia química y la conductividad eléctrica.
Dentro de los envases agrícolas, los polímeros usados en los envases plásticos incluyen el polietileno, el polipropileno, el policarbonato y el PET. Los envases plásticos fabricados con polímeros ofrecen una excelente resistencia a la humedad, la corrosión, la luz y el calor, lo que los hace ideales para proteger una amplia gama de productos.
Además de ser empleados en la fabricación de envases plásticos, como son botellas, bolsas, cajas y otros tipos de envases, los polímeros también se aplican en otros tipos de envases como los filmes plásticos, los cuales son utilizados para empacar alimentos y otros productos, lo que les permite ser ligeros, resistentes y económicos.
Los Polímeros sintéticos.
Al igual que los polímeros naturales, los polímeros sintéticos están formados por una estructura que a su vez está formada por cadenas carbonadas compuestas por monómeros que pueden ser iguales o diferentes y que se denominan homopolímeros y copolímeros.
Los homopolímeros sintéticos son macromoléculas que están formadas por la repetición de una sola unidad monomérica idéntica.
En cuanto a los copolímeros, necesitan dos monómeros diferentes para formar su estructura y al menos dos tipos distintos de patrones de repetición.
Los polímeros sintéticos más conocidos y utilizados son el nailon, el polietileno (PE), el poliestireno (PS), el policloruro de vinilo (PVC), el polimetacrilato de metilo (acrílico), polipropileno, etc.
Para los envases que contienen productos fitosanitarios y fertilizantes, se suelen usar distintos polímeros para su fabricación. Algunos de ellos son el polietileno de alta densidad (PEAD) con el que se fabrican plásticos rígidos, y también el llamado COEX (envase de coextrusión), que es un biopolímero con propiedades ignífugas que está constituido por distintos tipos de plásticos.
Esta técnica de coextrusión superpone distintas capas de polímeros en una sola estructura, lo que proporciona las llamadas propiedades barrera frente al oxígeno, a reacciones químicas concretas y el vapor de agua, entre otras. Para ello utiliza distintos polímeros, como son el etileno alcohol vinílico (EVOH), o la poliamida (PA).
Tanto los polímeros sintéticos como los naturales, pueden ser reciclables y ambos están clasificados como polímeros termoplásticos, precisamente por no perder sus propiedades cuando se rehacen.